El Papa Francisco presidió el Vía Crucis este Viernes Santo 2 de abril, ante una Plaza de San Pedro vacía como en 2020, a causa de las restricciones generadas por la pandemia del coronavirus.
Las medidas de seguridad sanitaria por el COVID-19 hicieron que, por segundo año consecutivo no se haga en el Coliseo Romano, donde habitualmente se realiza.
Aunque la Plaza estuvo vacía, un grupo reducido de fieles participó desde ambos lados del altar que está en el atrio de la Basílica. Todos con mascarillas y guardando una distancia prudencial.