La Ley de la Eutanasia propuesta por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) seguirá su tramitación parlamentaria después de que el Congreso de los Diputados rechazó las enmiendas presentadas por el Partido Popular y VOX.
Ambas planteaban una alternativa a la ley de eutanasia basada en los cuidados paliativos.
El próximo 16 de septiembre finaliza el plazo para la presentación de enmiendas parciales a esta ley, por lo que se está a tan sólo un paso de ser aprobada.
El proyecto para la Ley de la Eutanasia fue propuesto por el PSOE y aceptado para ser tomado en consideración en el pleno del Congreso de los Diputados el 11 de febrero.
La actividad del Congreso se vio interrumpida por la pandemia de coronavirus, pero el plan del Gobierno socialista era que fuera aprobada en junio de este año.
Esta es la tercera vez que el proyecto entraba en el Congreso de los Diputados, aunque su aprobación siempre ha quedado interrumpida por las sucesivas convocatorias de elecciones.
De acuerdo al proyecto, los requisitos que deberá cumplir una persona para acabar voluntariamente con su vida son sufrir una enfermedad grave e incurable, o padecer una enfermedad grave, crónica e invalidante en los términos que recoja el texto legal, y que debe ser certificado por el médico responsable.
La proposición de ley permite a los médicos declararse objetores de conciencia; pero esto no impedirá que se cumpla con el pedido del paciente de recibir la eutanasia.
La solicitud de la eutanasia ha de ser, según la proposición, "una decisión autónoma, entendiéndose por tal aquella que está fundamentada en el conocimiento sobre los hechos más relevantes de su proceso médico, después de haber sido informada adecuadamente por el médico o médica responsable".
La propuesta recoge que todo paciente que decida que se le aplique la eutanasia debe haber formulado dos solicitudes de manera voluntaria y por escrito, dejando una separación de al menos quince días naturales entre ambas. En cualquier momento será revocable y aplazable según los deseos del paciente.
El portavoz del PP en materia sanitaria, José Ignacio Echániz, aseguró que aprobar esta proposición será "una derrota para todos", ya que en países en los que la eutanasia es legal, se han relajado "las garantías jurídicas y los controles", y aumenta la presión social sobre los ancianos y enfermos crónicos.
Por su parte, María Ruiz, portavoz de Vox, señaló que "la vida es un bien supremo y de ninguna manera podemos dejar recaer en los médicos que los pacientes vivan o mueran".
"Creen que una vida sin calidad no es digna de ser vivida, porque les estorban los no nacidos con discapacidad, los mayores dependientes o los enfermos terminales", aseguró.
Por su parte, la Asociación de Abogados Cristianos presentó un videoclip titulado "Me quedo con aquellos", a favor de la vida, que pretende mostrar el apoyo a quienes sufren por enfermedad, edad o discapacidad y se ven vulnerables.
La presidenta de Abogados Cristianos, Polonia Castellanos, criticó que el Gobierno quiera aprobar la ley de la eutanasia en un momento en el que decenas de miles de personas han perdido la vida por una pandemia.
Hoy es el día mundial de prevención del #suicidio. Los mismos que lo lamentan, hoy defienden en el Congreso de los Diputados la #eutanasia frente a los #cuidadospaliativos. Es momento de cuidar la vida, no de facilitar la muerte #AquíNoSobraNadie pic.twitter.com/qVwQYgrcXX
- Abogados Cristianosﻦ (@AbogadosCrist) September 10, 2020
Castellanos denunció que el Gobierno del PSOE quiere "ahorrarse dinero facilitando la muerte de los débiles antes que destinar fondos públicos a sus cuidados y pensiones".
Subrayó que "España está a la cola de Europa en servicios públicos de cuidados paliativos, sólo por delante de Malta, Eslovaquia y Grecia" y que "según datos oficiales, en Holanda, el país de referencia en el tema de la eutanasia, el último año murieron por este método más de 400 personas que no lo habían solicitado".
Por eso Castellanos insistió en que "regularizar la eutanasia es un camino de no retorno en el que muchas personas pueden perder la vida sin haberlo solicitado".
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Los obispos católicos de Canadá condenaron el 26 de febrero los esfuerzos del Parlamento para expandir aún más el suicidio asistido a las personas que no tienen enfermedades terminales.
Mons. Demetrio Fernández, Obispo de Córdoba (España) explicó en su carta semanal que “a nadie le está permitido matar a nadie, ni siquiera por la compasión de suprimir el dolor” y animó a matar “el dolor, no matemos al enfermo”.
Mons. Gerardo Melgar, Obispo de Ciudad Real (España) habló en su carta semanal sobre la eutanasia y la medicina paliativa y recordó algunos derechos del enfermo, así como el sentido de los cuidados y la medicina paliativa al final de la vida.
