Ann McElhinney nunca había estado vinculada al mundo provida. Cuando era estudiante y en la Universidad mostraban fotos de la atrocidad del aborto ella lo argumentaba diciendo "un trasplante de corazón también es brutal para la vista", a lo que añadía "es algo maravilloso y no veo fotos de eso".
McElhinney aseguraba que no se fiaba de la procedencia de las imágenes sobre el aborto. Siempre había pensado que eran fotografías manipuladas con las que los provida instauraban el miedo.
Sin embargo, algo en 2013 hizo que los pensamientos de la periodista cambiasen por completo. El juicio del doctor Kermit Gosnell en Filadelfia, acusado de practicar abortos a menores y de matar a bebés vivos, cambiaron los sentimientos de McElhinney.