Por ello, el Papa insistió en que "lo que mata la vida comunitaria son las habladurías. No habléis mal de los demás. 'Pero no es fácil, padre, porque a veces te viene del corazón'. 'Sí, te viene del corazón, como la envidia y tantos pecados capitales que tenemos dentro'. Huid. 'Pero, diga, padre ¿no habrá alguna medicina?'. 'La oración, la piedad…'".
Además, propuso otra "medicina que es muy de casa: muérdete la lengua. Antes de hablar de los demás, muérdete la lengua. Así se inflará la lengua, te ocupará la boca y no podrás hablar mal. Por favor, huid de las habladurías que destruyen la comunidad".
La segunda recomendación que hizo el Papa es "no perder el sentido del humor". "En la vida comunitaria hay muchas cosas que no van bien". "Siempre tenemos cosas que no nos gustan. No perdáis el sentido del humor, por favor. Eso nos ayuda mucho".
Por último, invitó a tener paciencia ante los inconvenientes causados por las medidas contra el coronavirus: "Este COVID nos arrincona, pero llevemos esto con paciencia. Necesitamos paciencia, y seguir ofreciendo al Señor nuestra vida".