Este viernes culminó en El Salvador la primera de las cuatro asambleas regionales de la fase continental del Sínodo de la Sinodalidad en América Latina y el Caribe, en la que se analizaron algunos de los desafíos de la Iglesia Católica en Centroamérica y México.
El principal reto, resaltaron algunos de sus participantes, es poner en práctica la "sinodalidad" en sí misma. Este concepto, explica la oficina de prensa del mismo Sínodo, se traduce en "un estilo, cultura, forma de pensar y de ser, que refleja la verdad de que la Iglesia está dirigida por el Espíritu Santo, que permite a todos ofrecer su propia contribución".
Mons. Miguel Cabrejos, presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), uno de los organizadores, afirmó este viernes que "la palabra sinodalidad es fácil de pronunciar, pero difícil practicarla".