4 de julio de 2010 / 07:28 AM
En la homilía de la Misa de esta mañana en su visita pastoral a la localidad de Sulmona en la región italiana de los Abruzos, en ocasión del Año Jubilar Celestiniano que recuerda los 800 años del nacimiento del Papa Celestino V, el Papa Benedicto XVI alentó a vivir el silencio sin miedo para poder así escuchar a Dios y alcanzar la santidad que nunca pasa de moda, en medio de un mundo que parece "exigir" siempre una actividad incesante.
Tras recordar que Celestino V supo de su elección a la sede de Pedro en el año 1294 en el Monte Morrone donde transcurría su vida como eremita, el Papa Benedicto resaltó que este Pontífice "permanece en la historia por las notables vivencias de su tiempo y su pontificado y, sobre todo, por su santidad. La santidad, de hecho, no pierde nunca su propia fuerza, no cae en el olvido, no pasa nunca de moda".
Este santo, dijo el Papa, fue siempre un "buscador de Dios", un hombre que quería escuchar la voz divina para lo cual decide apartarse del mundo y vivir como eremita: "el silencio se convierte así en un elemento que caracteriza su vida cotidiana. Y es en el silencio exterior, pero sobre todo en el interior que él llegar a percibir la voz de Dios, capaz de orientar su vida".