Este 3 de mayo se celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa, un derecho que a veces es amenazado, incluso en ámbitos católicos. Un ejemplo de ello es lo que vivió el mártir San Tito Brandsma, quien dio su vida para que no se silencien las verdades de fe.
Este santo sacerdote carmelita (1881-1942), natural de los Países Bajos, era un gran devoto de la Santa "reformadora" Teresa de Jesús, y escribió mucho sobre ella.
El Dicasterio para las Causas de los Santos señala que San Tito fundó la revista "Rosas del Carmelo (Karmelrosen, convertida luego en Speling)", llegó a ser redactor jefe del diario "De Stad Oss" (La ciudad de Oss) y fue asistente eclesiástico de la Asociación de Periodistas Católicos, recibiendo su carné internacional de periodista.