7 de marzo de 2021 / 07:21 AM
El Vicario General de la Arquidiócesis de Mosul de los Sirios, P. Ammar Yako, tuvo que dejar la ciudad de Bartella ante la llegada del terrorista Estado Islámico en 2014, pero aseguró que Dios nunca los abandonó durante los años que vivieron como prófugos, sin alojamiento ni comida.
Este 7 de marzo, durante el tercer día del viaje apostólico del Papa Francisco a Irak, el P. Yako compartió su testimonio como uno de los cristianos que tuvieron que huir del avance del Estado Islámico (ISIS) en el norte de Irak.
"Me llamo Don Ammar, me ordené sacerdote el 29 de junio de 2001, día en que pedí al Señor que me ayudara a vivir sus palabras del Salmo 15: "No por nosotros, Señor, sino para dar gloria a tu nombre", para que fuesen la guía de mi servicio sacerdotal", indicó.