Esta mañana en sus palabras previas al rezo del Ángelus, el Papa Francisco recordó que las personas consagradas son un signo y un don de Dios, levadura para el crecimiento de una sociedad más justa y fraterna.
Ante los miles de peregrinos llegados a la Plaza de San Pedro a pesar de la lluvia y el frío, el Papa Francisco explicó el significado de celebrar hoy la fiesta de la Presentación de Jesús en el templo y la Jornada de la Vida Consagrada.
Esta última, dijo, "recuerda la importancia para la Iglesia de todos los que han oído la llamada a seguir a Jesús de cerca en el camino de los consejos evangélicos".