La Iglesia Católica en Argentina envió sus condolencias por el fallecimiento de la presidenta y cofundadora de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, ocurrido en la ciudad de La Plata a los 93 años.
"Pedimos al Señor el consuelo para su familia y amigos, haciendo llegar también nuestro sentido pésame a la Asociación Madres de Plaza de Mayo", expresó la Conferencia Episcopal Argentina en sus redes sociales al rezar por "su eterno descanso".
Oriunda de la ciudad de Ensenada, en la provincia de Buenos Aires, Hebe de Bonafini tuvo tres hijos: Jorge Omar, Raúl Alfredo y María Alejandra. Dos de ellos fueron secuestrados y desaparecidos durante la última dictadura militar, que tuvo lugar entre 1976 y 1983.
Ese suceso la puso al frente de la agrupación Madres de Plaza de Mayo, que se convertiría en un símbolo de la lucha por los Derechos Humanos internacionalmente reconocido y galardonado. La asociación fue tres veces candidata al Premio Nobel de la Paz.
De actitud confrontativa y crítica con la clase política, participó de numerosas luchas sociales. En las últimas décadas se mantuvo afín al kirchnerismo.
De Bonafini llegó al foco de la opinión en 2011, cuando fue vinculada a una causa de desvío de fondos públicos, y procesada junto al apoderado de las Madres, Sergio Shocklender.
El juez Martínez Di Giorgi la consideró "responsable del delito de defraudación por administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública, en calidad de partícipe necesario".
La causa sigue abierta a la espera de juicio oral.
También fue denunciada por "incitación a cometer delitos" cuando llamó a "quemar los campos de soja", y por discriminar a la comunidad evangélica diciendo que "te pudren la cabeza tanto como los macristas".
En 2007, Hebe de Bonafini criticó al entonces Cardenal Bergoglio, y lo vinculó con la última dictadura militar en la Argentina, y en 2008 fue una de las Madres que profanaron la catedral para ayunar en protesta por la falta de entrega de presupuesto estatal en sus proyectos de viviendas populares.
Para aceptar las invitaciones del Papa impuso condiciones, como que la Iglesia admitiera que "tuvo mucha participación en la represión" durante la dictadura.
Finalmente, en 2016 fue recibida en el Vaticano y declaró: "Bergoglio creció cuando se transformó en Francisco, le dije que me disculpaba porque me había equivocado con él, porque cuando uno se equivoca lo tiene que reconocer y las madres reconocemos cuando nos equivocamos".
Francisco, por su parte, en un mensaje al que accedió la agencia Télam, dijo en aquel momento: "Esta señora, desde la plaza, me insultó varias veces con artillería pesada pero a una mujer a quien le secuestraron los hijos y no sabe cómo y cuánto tiempo los torturaron, cuándo los mataron y dónde los enterraron, no le cierro la puerta".
"Lo que veo allí es el dolor de una madre. Si me usa o no me usa no es mi problema. Mi problema sería no tratarla con la mansedumbre de pastor", añadió.
Hebe de Bonafini mantenía una actitud crítica con el gobierno de Alberto Fernández, ante el que se mostró "disgustada" y a quien pidió "que hable lo menos posible porque cada vez que lo hace es una desilusión".
El presidente expresó su pésame a través de las redes sociales y decretó tres días de duelo nacional.
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El Papa Francisco recibió hoy en la Casa Santa Marta en el Vaticano a Hebe de Bonafini, la polémica líder argentina de las Madres de la Plaza de Mayo.
