Al dirigir este mediodía el Ángelus dominical, el Papa Benedicto XVI hizo un enérgico llamado a la paz y condenó la guerra, “una calamidad que contrasta con el proyecto de Dios, el cual ha creado todo para la existencia y, en particular, quiere hacer del género humano una familia”.
Antes de dirigir la oración mariana ante unas diez mil personas reunidas en la Plaza Calvi de Lorenzago de Cadore, el Santo Padre dijo que estos días de descanso que pasa en la sierra alpina de los Dolomitas, siente “aún más intensamente” el “impacto doloroso” de las noticias que le llegan sobre los “enfrentamientos sangrientos y los episodios de violencia que actualmente sacuden el mundo”.
Reflexionando en el “drama de la libertad humana en el mundo”, el Pontífice afirmó que la tierra es un jardín que Dios entregó a los hombres para que lo “custodiaran y cultivaran” y que “si los hombres vivieran en paz con Dios y entre ellos la tierra asemejaría verdaderamente a un ‘paraíso’”.