Con una Misa multitudinaria, con más de 50 mil asistentes, celebrada junto al Santuario Nacional de Šaštín, el Papa Francisco concluyó la agenda de su viaje apostólico a Eslovaquia, que inició el pasado 12 de septiembre.
Una Misa en la que el Santo Padre pidió no olvidar que "no se puede reducir la fe a azúcar que endulza la vida".
El Pontífice llegó a Šaštín en la mañana de este miércoles 15 de septiembre tras despedirse en la Nunciatura Apostólico en Bratislava del personal que le acompañó en estos días. Šaštín es una ciudad de algo menos de 5 mil habitantes, situada a 71 kilómetros de la capital eslovaca.