El catedrático de la Universidad de Lovaina (Bélgica), Mons. Michael Schooyans, advirtió que es imposible pensar en democracia en un sistema político en el que Dios ha sido suprimido, y donde la “dignidad del hombre no es reconocida desde su inicio".
En una conferencia ofrecida en el Instituto de Humanidades Ángel Ayala-CEU, Mons. Schooyans se preguntó si en política puede dejarse a Dios de lado, aludiendo a la ausencia de la mención del cristianismo en la Constitución Europea.
En ese sentido, explicó que “el gran problema desde la antigüedad es el "exceso de dioses" que están en el origen de la constitución de muchas sociedades políticas”.