"Gracias a Dios que tenía razón. En septiembre de 2016, el Obispo de Nebbi, Mons. Sanctus Wanok, me ofreció un centro para ser utilizado como internado para sordos. En un día, un sueño lejano mío, que parecía imposible, se convirtió en realidad", sostuvo Rannah.
Finalmente, Rannah reunió los fondos suficientes y se mudó a Uganda a la edad de 21. Su misión, explica, es "levantar, aunque sea un poco, la opresión que se ejerce sobre los sordos".
"Espero verlos persiguiendo sus sueños de convertirse en agricultores, maestros, dueños de negocios y madres y padres. Espero ayudar a guiar a nuestros estudiantes en el camino a la santidad y a Cristo. Sea lo que sea, puede ser todo por la Gloria de Dios", continuó.
En febrero de 2017, la Escuela para Sordos San Francisco de Sales abrió sus puertas por primera vez. San Francisco fue elegido como el patrono porque desarrolló un lenguaje de señas para predicar el Evangelio y enseñar la fe católica a Martin, un hombre sordo.