Una catedral en el suroeste de Francia fue despojada de cálices y otros artículos religiosos después de que una pandilla abrió la puerta de la iglesia con un automóvil, equipado con un ariete.

Aproximadamente a las 2:00 a.m. (hora local) del lunes 4 de noviembre, el automóvil fue conducido contra la puerta de la Catedral Sainte-Marie d'Oloron, abriéndola. 

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El templo se encuentra en la ciudad francesa de Oloron-Sainte-Marie, a unos 30 kilómetros de la frontera española y ubicada a lo largo del Camino de Santiago, una ruta de peregrinación tradicional a la tumba del apóstol Santiago. 

Una vez dentro de la catedral, los ladrones se dirigieron a la capilla, donde se almacenaban muchos artículos sagrados y litúrgicos; y cortaron las barras de hierro que protegían los cálices, los copones y otros objetos utilizados en la Misa.  

El Obispo de Bayona y Oloron, Mons. Marc Aillet, dijo que el crimen fue un "robo sacrílego, ya que son objetos de culto, algunos de los cuales todavía se usan hoy en ciertas grandes circunstancias". 

Además de los artículos religiosos, también se tomaron un belén de 100 años de antigüedad y vestimentas. Al parecer los ladrones realizaron una visita previa a la catedral para calcular todos los detalles y perpetrar el crimen.

Los residentes locales fueron despertados por el accidente y dieron la señal de alarma, pero la policía no pudo detener a los criminales ni recuperar los artículos. Los testigos señalaron que tres ladrones escaparon en otro vehículo. 

No hay una descripción de los ladrones y tampoco se conocen los motivos. Las autoridades confirmaron que una investigación está en curso. 

La catedral fue construida en el siglo XII y catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998. Según la BBC, el robo del lunes 4 es el primer ataque contra esta iglesia en su historia. 

Herve Lucbereilh, el alcalde de Oloron, dijo en un videomensaje que el robo estaba dañando a la ciudad y que los artículos tomados también tenían un valor emocional y cultural significativo. 

Los objetos tomados "son parte de la imaginación de los oloroneses, de su historia, de sus raíces. Es como si una parte de su corazón hubiera sido arrancada", dijo Lucbereilh. 

El ataque a la Catedral de Oloron es el último de una ola de robos a iglesias en Francia. En 2018, hubo 129 robos y 877 incidentes de vandalismo en sitios católicos franceses, un número que se cuadruplicó al de 2008. 

Durante los primeros tres meses de 2019, se reportaron 228 "actos violentos anticristianos" en el país.