El Papa Francisco recibió este jueves a los miembros de los organismos caritativos católicos que trabajan para aliviar la crisis humanitaria en Siria, Irak y países limítrofes, que siguen sufriendo la violencia alentada por "la lógica de las armas" e "intereses oscuros", que han provocado miles de muertos y millones de desplazados.
"A un año de distancia de nuestro último encuentro, debemos constatar con gran tristeza que, a pesar de los muchos esfuerzos prodigados en varios ambientes, la lógica de las armas y de la vejación, los intereses oscuros y la violencia continúan devastando estos países", denunció el Pontífice.
En ese sentido, lamentó que hasta ahora no se haya sabido "poner fin a los extenuante sufrimientos y continuas violaciones de los derechos humanos. Las consecuencias dramáticas de la crisis son visibles", una de cuyas expresiones es "el grave fenómeno migratorio".