La historia del P. Giovanni Mezzadri, un misionero italiano que reside en Brasil desde 1972, hubiera sido diferente si no hubiera conocido a San Pío de Pietrelcina. Después de algunos años de intentar escapar de su vocación, fue en una confesión con el santo de los estigmas que decidió escuchar la llamada de Dios.
Mezzadri nació el 19 de abril de 1937 en Parma (Italia), a los 19 años recibió "una revista misionera que decía que en el mundo hay mucha gente que quiere conocer a Jesús, pero hay pocos evangelizadores".
"Sentí una llamada, pero no quise aceptarla", señaló. Busque una novia, "porque decían que si me enamoraba dejaría de pensar en esa vocación. Salí durante tres meses, pero sentí que esta llamada seguía molestándome", agregó.