Rocco Buttiglione es un prestigioso intelectual católico que en el año 2004 fue discriminado por su fe para un cargo en la Unión Europea. Ahora escribe un artículo en L’Osservatore Romano en el que explica que la educación de niños y jóvenes exige una serie de restricciones, así como la formación en la libertad para buscar la verdad, y una correcta ascesis que vaya de la mano con la experiencia de la autoridad.
En el texto titulado "Sin prohibiciones no hay libertad", el también miembro de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales señala que en el centro del debate sobre la "emergencia educativa" debe tenerse en cuenta una cita del Papa Benedicto XVI en la que señala que "la educación bien lograda es la formación en el recto uso de la libertad".
Para explicar esto, Buttiglione advierte primeramente que una primera etapa en esta educación es extirpar de la mente un prejuicio corriente: "que para educar en la libertad basta con eliminar todo vínculo y abandonar a los jóvenes al simple desarrollo natural de sus pasiones". Esto, explica, es el "pròton psèudos (el ‘error originario’) de la pedagogía moderna.