En la madrugada del 5 de noviembre, desconocidos incendiaron una iglesia dedicada a San Isidro Labrador en Santiago del Estero, Argentina.

Los vándalos rompieron la puerta de acceso a la secretaría del templo, donde arrojaron agua a una computadora y rompieron diferentes elementos y documentación que estaba en el lugar.

Luego, ingresaron a la sacristía donde prendieron fuego a los ornamentos litúrgicos y a los equipos de sonido.

La rápida advertencia de los lugareños y el accionar de bomberos impidió que el fuego se propagara hacia el resto del templo.

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La iglesia se ubica en una zona de conflictos territoriales entre campesinos. El caso quedó a cargo la Comisaría de Forres y del Departamento de Seguridad Ciudadana 8. Por el momento hay un solo detenido, un joven de 17 años, y se descartan intenciones de robo.

En un mensaje a la comunidad parroquial de San Isidro Labrador, el Obispo de Santiago del Estero, Mons. Vicente Bokalic, y el Obispo Auxiliar, Mons. Enrique Martínez Ossola, expresaron su “profundo dolor y consternación por el incendio”.

“Lo sucedido nos encontró fuera de la diócesis por encuentros regionales y por la Asamblea Plenaria de todos los obispos del país. Nos duele más por no poder estar en este momento con ustedes, pero estamos desde el primer momento atentos a las personas perjudicadas y al trámite de esclarecimiento de los hechos”, manifestaron.

Los pastores agradecieron a Dios porque no hubo víctimas fatales, pero se mostraron preocupados por el esclarecimiento de “este atropello a bienes religiosos, que son de todos, y ofensa al sentimiento religioso de nuestro Pueblo”.

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“Rechazamos todo acto de violencia que hiere la convivencia y atenta a la vida de las personas. Solo pedimos a los responsables de nuestra sociedad: que hagan todo lo posible para esclarecer los hechos”, concluyeron.

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