Iglesia renueva consagración de Colombia al Sagrado Corazón de Jesús

Iglesia renueva consagración de Colombia al Sagrado Corazón de Jesús

La Iglesia en Colombia renovó este 11 de junio la consagración del país al Sagrado Corazón de Jesús y pidió para que "el pueblo colombiano pueda vivir en armonía y fraternidad como desea el Señor".

En la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, la Conferencia Episcopal Colombiana (CEC) celebró la Santa Misa en la Catedral Primada de Bogotá que fue presidida por el Arzobispo de Villavicencio y presidente de la CEC, Mons. Oscar Urbina.

Al inicio de la Eucaristía, se señaló que en esta fecha especial "la Iglesia que peregrina en Colombia, en un acto de comunión, de súplica y de gratitud a Dios, eleva su oración al amor misericordioso de Cristo, cuyo sacrificio redentor nos valió la salvación".

Acogiéndose a la "tradición centenaria" se renueva la consagración del país para expresar "el anhelo fervoroso de la Iglesia Católica de que el pueblo colombiano pueda vivir en armonía y fraternidad como desea el Señor", resaltó.

Durante su homilía, Mons. Urbina señaló que la consagración de Colombia al Sagrado Corazón de Jesús se realizó hace más de cien años en la búsqueda de "una salida al conflicto que marcó una de las épocas más dolorosas de nuestra historia, la guerra de los mil días".

"El 22 de junio de 1902, Mons. Bernardo Herrera Restrepo, Arzobispo Primado, lo hizo por primera vez y dio inicio a la construcción de la Iglesia del Voto Nacional", agregó.

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El Prelado indicó que el amor de Dios por su pueblo se expresa bajo "muchas formas de ternura", a pesar de recibir de "nosotros ingratitud, indiferencia, olvido y alejamiento".

"Él nunca nos abandona, Él es amor y por eso siempre nos espera, corre a nuestro encuentro, nos abraza y hace fiesta cuando regresamos a Él", subrayó.

Mons. Urbina indicó que este amor es "entrega, donación, gratuidad", por lo que los humanos también estamos llamados a dar, "pues fuimos creados a imagen de quien procede todo don, y el don es fuerza que engendra comunidad, derriba los muros del odio, del egoísmo, la indiferencia, que nos impide reconocernos y acogernos como hermanos".

"La fraternidad es esencial para lo que soñamos todos, un desarrollo humano integral y solidario, de ese modo la verdad sobre la persona es el fundamento del amor como dimensión esencial de lo humano", agregó.

Además, resaltó que este amor apasionado e ilimitado de Jesús por la humanidad indica "el camino de la reconciliación", que se puede reconocer en el sufrimiento de "tantos colombianos que padecen las múltiples violencias físicas, y las de quienes viven en la pobreza, el hambre y la miseria".

"El corazón traspasado del crucificado nos llama a la reconciliación, escrita en el corazón herido de Jesús", y que se refleja en "tantas vidas de niños, jóvenes, que ven truncadas sus esperanzas y aspiraciones, tantos heridos, desaparecidos y mutilados, que deja la violencia y el sufrimiento", remarcó.

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Mons. Urbina indicó que todos los ciudadanos están llamados a ser "constructores de Colombia", para que así sea "casa fraterna para todos", y llamó a tener un corazón nuevo, para garantizar "el respeto de los derechos humanos, la solidaridad con los más desprotegidos y descartados, y la confianza que brota de reconocernos hermanas y hermanos".

"Todos somos responsables de esa inmensa tarea, los dirigentes del país, las diversas organizaciones, la educación en sus diversas etapas, que no debe ser una educación para un país ideal, sino real, nosotros los creyentes que participamos de los diversos espacios de la vida familiar, cultural, social, económica y política, siendo fermento de paz", agregó.

Asimismo, animó a orar por el país y "unir nuestro amor a Dios en el amor a los hermanos, así sobre las ruinas acumuladas por odios y violencias podremos construir una sociedad fraterna".

La paz "para nosotros los cristianos es una tarea precisamente irremplazable, ella nos desafía a todos por la presencia del egoísmo, el odio, el deseo de venganza, la indiferencia, que se anida en nuestro corazón", indicó.

El Prelado señaló que renovar la consagración al Corazón de Jesús es un signo "de esperanza" y resaltó que colocan en este corazón "a los niños y niñas, a los adolescentes y jóvenes, pues el futuro de nuestra sociedad depende de las opciones audaces y fundamentales que hoy tomemos con ellos".

"Si ellos abren espacios en su corazón a Dios, no serán más instrumentos de división, de guerra y de violencia, los valores que les ayudemos a descubrir y cultivar acompañarán sus decisiones que afectan no solo su vida personal, sino las políticas y estrategias necesarias para construir la vida social agobiada y doliente de nuestra sociedad", agregó.

Finalmente, pidió que esta consagración convierta a los colombianos en "artesanos de paz, que cada uno pueda escuchar en su corazón, felices los artesanos de la paz porque ellos serán llamados hijas e hijos de Dios".

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