El Papa Benedicto XVI destacó este fin de semana que la Iglesia promueve el llamado turismo social ya que éste "promueve la participación de las franjas más débiles y puede ser un instrumento de lucha contra la pobreza, dando empleo, custodiando los recursos y promoviendo la igualdad".
Al recibir en Castelgandolfo a los 300 participantes en el encuentro promovido por el Centro Turístico Juvenil (CTG) y la Oficina Internacional del Turismo Social (BITS), el Santo Padre explicó que el turismo social "representa un motivo de esperanza en un mundo donde se han acentuado las distancias entre los que tienen todo y los que pasan hambre, carestías y sequías".
En su discurso dirigido también al Cardenal Renato Martino y el Arzobispo Agostino Marchetto, respectivamente Presidente y Secretario del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes que acompañaron a los participantes del encuentro titulado "El turismo frente al reto del cambio climático", Benedicto XVI dijo que la humanidad tiene el deber de proteger y valorizar los recursos de la creación y de "comprometerse contra un uso indiscriminado de los bienes de la tierra", porque "sin un adecuado límite ético y moral, el comportamiento humano puede transformarse en amenaza y desafío".