El sacerdote jesuita Emilio Moscoso, muerto mártir a manos de soldados revolucionarios el 4 de mayo de 1897 en Riobamba (Ecuador), será proclamado beato gracias a que el 12 de febrero el Papa Francisco firmó el decreto que reconoce su martirio.
Salvador Víctor Emilio Moscoso Cárdenas nació el 21 de abril de 1846 en la localidad ecuatoriana de Cuenca. Con 18 años pidió entrar en el noviciado de Cuenca. Se trataba de una época particularmente compleja en el contexto de las persecuciones religiosas y del conflicto entre Ecuador y Colombia.
Emilio Moscoso hizo los primeros votos en la capilla de Santa Mariana de Jesús y continuó sus estudios en el Colegio Seminario San Luis, donde destacó en Filosofía.