La subsecretaria de Prevención del Delito del Gobierno de Chile otorgó un permiso especial para el funcionamiento, durante la pandemia de coronavirus, de comedores solidarios y ollas comunes, varios de ellos gestionados también por la Iglesia.
Los comedores solidarios y ollas comunes comenzaron a multiplicarse a partir del decreto de cuarentena en el país para evitar contagios por COVID-19. Esto hizo que muchas personas perdieran sus fuentes de trabajo y como consecuencia faltase alimento en sus hogares.
En ese contexto y para asegurar los servicios esenciales, el abastecimiento, la distribución de bienes y servicios de primera necesidad y el traslado de personas en situación de emergencia, se crearon los permisos y salvoconductos otorgados por Carabineros de Chile con regulación del tiempo y movilidad de las personas.