La Iglesia Católica en Bolivia, a través de la Pastoral Social Cáritas Boliviana, impulsa una campaña de solidaridad para atender a los damnificados por los graves daños provocados por las intensas lluvias en varias regiones del país.
Desde el 1 de febrero, más de 14 municipios se mantienen en estado de emergencia por las inundaciones, riadas y deslizamientos que afectan sembradíos, calles, viviendas y poblaciones enteras.
Los casos más graves, por la magnitud del desastre y la cantidad de personas afectadas, son el desborde del río de Tupiza en Potosí y la riada con acumulación de tierra y lodo que sufrió la población de Tiquipaya en Cochabamba.