Al recibir esta mañana las cartas credenciales del nuevo embajador de Bélgica ante la Santa Sede, Charles Ghislain, el Papa Benedicto XVI señaló que la Iglesia Católica tiene el derecho a expresarse públicamente, a anunciar el mensaje que puede resumirse en las palabras del Evangelio de San Juan: "Dios es amor". Esta facultad, dijo el Santo Padre, debe ser respetada incluso por quienes no piensan igual.
Al iniciar su discurso en francés, el Pontífice expresó su cercanía y solidaridad por las dolorosas tragedias ocurridas en Liège y Buizingen. "Estas catástrofes no hacen sino medir la fragilidad de la existencia humana y la necesidad, para protegerla, de una auténtica cohesión social, que no oscurece la legítima diversidad de opiniones", dijo.
"Ella reposa en la convicción de que la vida y la dignidad humana constituyen un bien precioso que debe defenderse y promoverse con firmeza apoyándose en el derecho natural".