La Conferencia Episcopal de El Salvador expresó su preocupación por el aumento de la violencia en este país centroamericano y condenó que el crimen organizado siga actuando con impunidad, lo cual provoca mayor pobreza, inseguridad y la emigración de miles de salvadoreños hacia otros países.
Según cifras oficiales, en 2015 se registraron 6.657 homicidios, es decir unos 18,2 diarios. Esto ha convertido a El Salvador en una de las naciones sin guerra más violentas del mundo, con un promedio de 104 homicidios por cada 100.000 habitantes.
"Como pastores, nos sentimos impotentes pero no podemos callar. La vida de la persona es sagrada", expresaron los obispos en un mensaje publicado luego de su Asamblea Ordinaria realizada del 25 al 27 de enero.