El seminarista Anthony Freeman cumplió el sueño de servir en una Misa con el Papa Francisco el 1 de abril, Domingo de Resurrección, y un día después fue hallado muerto en su habitación en Roma, cuando solo le faltaban tres meses para ser ordenado diácono.
Según informan los Legionarios de Cristo, el hermano Anthony tenía solo 29 años "y habría sido ordenado diácono en el próximo verano", exactamente el 7 de julio en la ciudad estadounidense de Houston, en el estado de Texas.
El joven había concluido un retiro de silencio de ocho días en preparación para esa importante fecha. Vivía en el seminario de los legionarios en Roma.