"Oh Señor que eres tan adorable y me has mandado a amarte, ¿por qué me diste tan solo un corazón y este tan pequeño?", decía San Felipe Neri, un santo muy alegre y humorista que nació un día como hoy hace 500 años.
San Felipe nació en Florencia (Italia) el 21 de julio de 1515 y fue uno de los cuatro hijos de Francesco y Lucretia Neri. Lamentablemente su mamá falleció cuando era aún pequeño, pero la segunda esposa de su padre fue para él y sus hermanos como una verdadera madre. Así creció siendo obediente, afable y amante de la oración.
Fue un joven entusiasta y educador que cuando llegó a ser sacerdote, guió a muchos en el camino espiritual, incluso a otros santos, y fundó la Congregación del Oratorio. Él solía decir: "Denme diez personas verdaderamente despegadas y con éstas me animo a convertir el mundo". El santo falleció el 26 de mayo de 1595 en Roma.