Primer Domingo de Cuaresma: “Arrepiéntanse y crean en el Evangelio”
Este 18 de febrero la Iglesia Católica celebra el I domingo de Cuaresma. La lectura del Evangelio corresponde a San Marcos (Mc 1, 12-15) en el que se vincula la idea del “desierto” como preámbulo del “Reino”. Es, en síntesis, un llamado a la conversión, “Arrepiéntanse y crean en el Evangelio” (Mc 1, 15).
Se trata de un pasaje breve que gira en torno a dos acontecimientos fundamentales: en primer lugar, el Espíritu “impulsó a Jesús a retirarse al desierto donde permaneció cuarenta días”. Y, en segundo lugar, la presencia de Jesús entre los hombres anuncia la llegada del Reino: "El Reino de Dios ya está cerca”. El Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2024 sugiere que ambos acontecimientos componen una sola dinámica -el paso del desierto al Reino-, y requieren arrepentimiento y conversión. “A través del desierto Dios nos guía a la libertad”, recuerda el Santo Padre en su mensaje.
¿Por qué el desierto? Santo Tomás de Aquino enseña que “fue Cristo, por propia voluntad, quien permitió que el diablo lo tentase, de la misma manera que, por propia voluntad, no ofreció resistencia a ser asesinado por los secuaces del demonio. Si no hubiera querido, el diablo nunca se habría atrevido a acercarse a él”. Al vencer la tentación, Cristo nos muestra que es posible derrotar al enemigo, que nos conoce, y sabe bien cómo y cuándo atacar. San Juan Crisóstomo sugiere, como lo recuerda Santo Tomás, que, así como “el Espíritu Santo impulsó a Jesús a retirarse al desierto” (Mc 1, 12) lo mismo ha de sucederle a todos aquellos que se dejan guiar por el Espíritu: habrán de experimentar el desierto. San Ambrosio, por su parte, sugiere que Cristo elige el desierto como escenario para ser tentado no por casualidad, lo hace para mostrar también que el demonio envidia a todo aquél que aspira a una vida mejor.