15 de enero de 2005 / 12:24 a. m.
La senadora abortista de Nueva York, Hillary Clinton, condenó esta semana al Presidente George W. Bush, por retirar los fondos destinados a organizaciones que promueven el aborto arguyendo que esta acción está “afectando a las mujeres”.
Al dirigirse a los asistentes de una cena organizada por la International Women´s Health Coalition – IWHC (Coalición Internacional de la Salud de la Mujer), la senadora afirmó que “el cuidado de la salud reproductiva y la planificación familiar son derechos fundamentales”.
Asimismo afirmó que estos “derechos” se basan en la Conferencia sobre Población de la ONU realizada en El Cairo (1994) y en la Conferencia sobre la Mujer de 1995, efectuada en Beijing; en la que la ex-primera dama tuvo a cargo una de las ponencias principales.
Clinton también sostuvo que el punto de vista del presidente, que basa la educación sexual en la abstinencia, está obstaculizando los esfuerzos por detener el contagio del virus del SIDA. Esto a pesar que la ONU admitió que el preservativo tiene solo una tasa del 20 por ciento de efectividad para prevenir el contagio del virus.
La IWHC se opone activamente a las políticas de la administración actual, que están en contra de destinar fondos al aborto, además de promover el aborto y los anticonceptivos en África, Sur y Centro América.