Isabel Valdés es una enfermera especializada en embarazos y partos (matrona) y su mayor pasión es ayudar a las madres embarazadas a tener una gestación tranquila y segura. Sin embargo, su trabajo no siempre ha sido fácil ya que todavía tiene presente el día en el que se vio envuelta, con engaños por parte de un médico, en un aborto. Ese episodio la convirtió en una férrea defensora del derecho a la vida de todo ser humano.
"Yo siempre he estado a favor de la vida, nunca he estado a favor del aborto", cuenta la enfermera. Aunque ya han pasado varios años de ese trágico día, aún tiene fresco en la memoria el recuerdo de cómo lo que según el médico iba a ser la práctica de un "simple legrado" en realidad era un aborto. "Salieron trozos. Eran restos, aquello no era un legrado normal", asegura.
Un durísimo momento de su vida y de su carrera profesional, ya que a pesar de su compromiso con la defensa de la vida, había colaborado de manera involuntaria en lo que más rechaza. Aquello fue "repulsivo", un punto de inflexión para comprometerse con la defensa y el cuidado del no nacido.