El Vaticano está analizando su respuesta tras la ordenación episcopal ilícita en China del sacerdote Joseph Yue Fusheng, el 6 de julio, pese a las advertencias que hizo en distintas oportunidades.
Una de estas últimas advertencias fue hecha por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos que el 3 de julio señaló que "esta ordenación episcopal de Harbin creará confusión y división entre la comunidad católica en China".
"Si se quiere que la Iglesia en China sea Católica, no se debe proceder con ordenaciones que no tienen la aprobación del Santo Padre", indicó el dicasterio.