Las autoridades chinas arrestaron a un obispo católico de 70 años y que actualmente está enfermo, obligándolo a volver a la detención ilegal que ha estado sufriendo durante los últimos 13 años.
Mons. Augustine Cui Tai, Obispo coadjutor de Xuanhua y perteneciente a la Iglesia clandestina, fue llevado a un lugar no especificado el 19 de junio, dijeron católicos locales a UCA News.
La diócesis tiene su sede en la provincia norteña de Hebei, cerca de Beijing.