Con motivo del debate surgido en torno al restablecimiento de la fiscalización patrimonial de los bienes de la Pontificia Universidad Católica del Perú, algunos representantes y profesores de este centro de estudios han señalado que su intención es defender el actual pluralismo ante la identidad católica del centro establecida por la voluntad testamentaria de su donante, José de la Riva Agüero.
Mediante sucesivos artículos periodísticos y declaraciones a la prensa, diversos funcionarios de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) han señalado su oposición al deber moral expresado por el Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, de velar por la transparencia y el legado testamentario que dio origen a la PUCP.
La oposición a que sea convocada la Junta de Administración, que fue establecida a perpetuidad, va pareja con el propósito de impedir que este centro de estudio se rija por las normas y principios establecidos por la Ex Corde Ecclesiae, la Constitución Apostólica mediante la cual el Papa Juan Pablo II estableció en 1990, los principios que deben regir a toda universidad que se llame católica.