Un exsacerdote, que usó dinero de una iglesia para actos indebidos, ha sido condenado a pagar más de 120.000 euros a la parroquia donde trabajaba en la Diócesis de Prato, en la región italiana de la Toscana.
El P. Francesco Spagnesi fue arrestado en septiembre de 2021 acusado de importar ácido gamma-butirolactona —una sustancia prohibida que es usada como droga— y de venderla junto con cocaína en fiestas sexuales de las que tomaba parte.
El dinero usado para estos fines, entre 2019 y 2021, lo obtuvo de la parroquia de la Anunciación de Castellina, donde trabajaba como párroco.