Al final de la catequesis de hoy el Papa Francisco ha habado de los dos metropolitanos de Alepo (Siria): el obispo greco-ortodoxo de Antioquía, Paul Yazigi y el obispo de la Iglesia siro-ortodoxa Mar Gregorios Ibrahim, secuestrados por un grupo de extremistas musulmanes que asesinó al sacerdote que conducía el auto mientras intentaban liberar a otros dos presbíteros raptados hace cuatro meses.
"El secuestro de los metropolitanos greco ortodoxo y siro ortodoxo de Alepo, sobre cuya liberación llegan noticias contrastantes –ha dicho el Papa– es un signo ulterior de la trágica situación que atraviesa la amada nación siria donde la violencia y las armas siguen sembrando muerte y sufrimiento".
"Mientras recuerdo en mis oraciones a ambos obispos para que regresen pronto a sus comunidades, pido a Dios que ilumine los corazones y renuevo mi apremiante invitación del día de Pascua para que cese el derramamiento de sangre, se preste la necesaria asistencia humanitaria a la población y se encuentre, cuanto antes, una solución política a la crisis".