Ali Ehsani, de 31 años, vive en Roma, donde estudia un doctorado en Derecho en la Universidad de la Sapienza.
Sus padres, también cristianos, fueron asesinados por los talibanes cuando él era un niño, en 1999. A los ocho años de edad escapó a Italia junto a su hermano de 16, quien falleció en el trayecto durante un naufragio. Ya en Italia, Ali pudo recomenzar su vida, publicó dos libros narrando su historia.
En su conversación con SIR comparte algunos recuerdos de su infancia: "Cuando era pequeño preguntaba a mi padre por qué no íbamos a rezar a la mezquita como los demás. Él me respondía que no éramos musulmanes y, al mismo tiempo, me invitaba a no decirle a nadie que éramos cristianos".
"No me contaba mucho de su fe, tenía miedo de que hablase con otros. Recuerdo, sin embargo, que mi madre siempre ponía la mesa añadiendo un puesto más: era el lugar reservado para Jesús. De niño me preguntaba qué le habríamos dado de comer, ya que tampoco nosotros teníamos, pero mi familia me respondía que sería el mismo Jesús quien traería el alimento. Y luego había algo que me asombraba: me preguntaba por qué mi padre perdonaba siempre a todos con los que discutía".