La lucha de cinco años de una familia iraní por conseguir el asilo político en Estados Unidos, terminó hoy cuando la Oficina de Inmigración del Departamento de Justicia de ese país finalmente decidió concedérselo.
"La Oficina de Inmigración tomó la decisión correcta y la única decisión tolerable”, declaró Jared Leland, consejero legal del Fondo Becket. "Ignorar la oscura verdad sobre la persecución religiosa en Irán hubiera sido un crimen. Hoy se han salvado cuatro vidas y un derecho fundamental”.
El Fondo Becket para la Libertad Religiosa –una firma legal internacional conformada por personas de distintas religiones que se dedica a proteger la libre expresión religiosa– fue parte del equipo de abogados que representaron a Saed Salman y a su familia en la batalla contra la deportación a Irán.