18 de marzo de 2011 / 06:29 PM
El Presidente del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa, Cardenal Péter Erdő, señaló que la sentencia de la Corte Europea de Derechos Humanos a favor de la presencia de los crucifijos en las escuelas públicas constituye "primero que nada una victoria para Europa".
En sus declaraciones dadas a conocer hoy luego de la sentencia inapelable de la Corte sobre el caso de una madre que demandó a Italia por considerar que el crucifijo era una violación a su derecho de educar a sus hijas de acuerdo a sus convicciones, el Cardenal dijo que "la sentencia de ahora es un signo de buen sentido, sabiduría y libertad".
"Hoy –continuó– se ha escrito una página de la historia. Se ha abierto una esperanza no solo para los cristianos, sino para todos los ciudadanos europeos, creyentes y laicos, que estaban profundamente golpeados por la sentencia del 3 de noviembre de 2009 (en contra del crucifijo) y que estaban preocupados ante procedimientos que tienden a desmoronar una gran cultura como la cristiana y a minar en definitiva la propia identidad".