El recientemente fallecido Cardenal Keith O'Brien, que fuera Arzobispo de St. Andrews y Edimburgo (Escocia) pidió perdón en su testamento a quienes pudo haber ofendido.
Según informa el diario británico The Guardian, en la homilía de los funerales que presidió en la iglesia St. Michael en Newcastle, el Cardenal Vincent Nichols, Arzobispo de Westminster, dijo que el fallecido Purpurado "escribió en su testamento: 'Pido perdón a todos los que he ofendido en esta vida. Dos gracias a Dios por las bendiciones que me dio especialmente el sacramento de las sagradas órdenes'".
Ante unas 200 personas, el Cardenal Nichols dijo de O'Brien que "todos conocemos sus luces y sombras, y no necesitamos pasar más tiempo hablando de ellas, incluso porque él mismo nos ha dado las palabras clave que debemos tener en mente".