El sacerdote Rubén Pérez Ayala, gravemente herido en la explosión de gas que tuvo lugar ayer miércoles 20 de enero en la parroquia de la Virgen de la Paloma en Madrid, falleció en la madrugada de este jueves 21 de enero por las heridas sufridas.
Según informó la Archidiócesis de Madrid por medio de un comunicado, el joven sacerdote, de 36 años y perteneciente al Camino Neocatecumenal, recibió la unción en el hospital de La Paz, donde se encontraba hospitalizado, de manos de su hermano Pablo, sacerdote diocesano.
El Arzobispo de Madrid, Cardenal Carlos Osoro Sierra, ofreció sus oraciones por el sacerdote, por su familia y por los demás fallecidos en la explosión.