El Obispo agradeció al personal médico que atendió al joven y a todos los que se unieron en oración. Afirmó que "ahora tenemos que seguir orando", en primer lugar por el eterno descanso de Nicolás.
"Esperamos en Dios que la muerte de Nicolás no haya sido en vano, sino que ya esté gozando eternamente de la visión de Dios en el Cielo, por los méritos de la muerte y resurrección de Jesucristo, en quien siempre creyó", afirmó Mons. Stegmeier.
Asimismo, pidió rezar por la familia del joven, especialmente por su madre Ximena. "La fe en la vida eterna y la confianza en la infinita misericordia de Jesucristo sean para sus seres queridos fuente de consuelo, fortaleza y serenidad en estos momentos difíciles", expresó.
También llamó a orar por los bomberos. "La muerte de Nicolás nos recuerda la entrega sacrificada de tantos compatriotas que se ponen a nuestro servicio gratuitamente, arriesgando su vida en cada incendio. Por eso hay que serles agradecidos, orar por ellos y ser generosos con nuestro aporte económico", señaló.