Portar un título de la Orden Ecuestre de San Gregorio, que data de 1831, es el honor más alto que un Papa puede otorgar a un laico. La membresía se otorga a personas que han servido a la Iglesia y a la sociedad, y que han dado testimonio de su fe católica de manera ejemplar.
El día de la premiación, Von Hildebrand se dirigió a los invitados de la gala y dijo que llegó a valorar la filosofía a través de su esposo.
"Su enfoque mostró que la filosofía no es una disciplina abstracta. Es la vida. Involucra mi corazón, mi inteligencia y mi voluntad, y por lo tanto abre una vista de grandeza y belleza de la que la mayoría de nosotros no somos conscientes. Me mostró que lo que llamamos filosofía cristiana no es una abstracción, es simplemente la razón bautizada por la fe", comentó.
En su autobiografía de 2014, "Memorias de un fracaso feliz", Alice escribió sobre su esposo: "En el momento en que abrió la boca, supe que era lo que estaba buscando: el perfume de lo sobrenatural, la belleza radiante de la verdad, la unidad de todos los valores: verdad, belleza y bondad".