La confesión del propio Tolkien
Así lo atestigua el jesuita P. Robert Murray amigo personal de la familia de Tolkien y que tuvo un papel importante en su conversión al catolicismo. Este presbítero tuvo el privilegio de mantener una estrecha amistad con el escritor, de leer y corregir algunos de los manuscritos de "El Señor de los Anillos" y mantener una abundante correspondencia sobre la materia.
En una de esas cartas, la 142, Tolkien detalla al P. Murray que "El Señor de los Anillos" es una obra católica en su fundamento, sin lugar a dudas: "El Señor de los Anillos es, por supuesto, una obra fundamentalmente religiosa y católica; de manera inconsciente al principio, pero luego cobré conciencia de ello en la revisión", dice el autor inglés.
La cuestión sobre esta "inconsciencia" inicial ha suscitado polémica entre los estudiosos de su obra. Sin embargo, Blanco aclara que la revisión a la que hace referencia "la empezó al año" de comenzar a escribir su obra más reconocida, en la que invirtió más de una década.
Para Blanco, Tolkien construyó además su mitología con una intención clara: "Que pudiera entrar en la Rusia soviética y en tierras de persecución", pues bien había conocido por boca del P. Morgan, de origen español, lo sucedido durante la II República española y la posterior Guerra Civil contra los católicos. "Sabía lo que podía suponer la victoria del comunismo", añade.