El monje benedictino Guido de Arezzo es el creador del nombre de las notas musicales que hoy utilizan la mayoría de músicos del mundo.
Guido de Arezzo fue un religioso italiano de la Edad Media, quien durante su paso por la abadía benedictina de Pomposa (Italia) destacó por sus innovadoras técnicas para que sus hermanos cantores aprendieran nuevos himnos litúrgicos.
Gracias a su fama como músico, el entonces Obispo de la Diócesis de Arezzo (Italia), Teodaldo, le encargó la formación de los cantores de su Catedral. Allí escribió el Micrologus de disciplina artis musicae, considerado el más importante tratado de música de su época.