25 de febrero de 2016 / 08:39 AM
Pese a tener una "leve indisposición", el Papa Francisco presidió esta mañana la Misa en la capilla de la Casa Santa Marta y reflexionó sobre el pasaje bíblico del hombre rico que banqueteaba todos los días y el pobre Lázaro que, cubierto de llagas, esperaba a su puerta.
Este texto, señala el Papa, permite que al leerlo uno se pregunte "si yo soy un cristiano en el camino de la mentira, solamente del 'decir', o soy un cristiano en el camino de la vida, es decir, de las obras, del hacer".
"¿Yo estoy en el camino de la vida o en el camino de la mentira? ¿Cuántas cerrazones tengo en mi corazón todavía? ¿Dónde está mi alegría: en el hacer o en el decir? ¿En el salir de mí mismo para ir al encuentro de los demás, para ayudar? ¡Las obras de misericordia, eh! ¿O mi alegría es tener todo arreglado, encerrado en mí mismo?", cuestionó el Santo Padre.