Para una pareja enterarse de que su bebé recién nacido puede morir o que está enfermo es un momento muy difícil y dramático. Algunos cuidan de ellos y los acompañan hasta que fallecen, pero lamentablemente otros los abandonan porque no pueden soportar el sufrimiento.
Los bebés que mueren abandonados solos en algunos hospitales han sido la razón por la cual Cori Salchert, su esposo Mark y sus ocho hijos biológicos viven en "la casa de la esperanza". La llamaron así porque en 2012 decidieron adoptar y dar "esperanza" a algunas de estas criaturas.
If parents were too overwhelmed with emotion to hold their dying baby, Cori Salchert would.https://t.co/zlfyTvI1Zm pic.twitter.com/iQ4qPWbKTV
- WBIR Channel 10 (@wbir) enero 3, 2016