El Papa Francisco llegará a Sarajevo como promotor de la paz y la fraternidad, afirmó el Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, al explicar la realidad que vive este pequeño país de los Balcanes que busca sanar las heridas de la cruenta guerra de la década de 1990 y donde la Iglesia se ha reducido de 800.000 a 400.000 fieles.
Bosnia Herzegovina formó parte de la antigua Yugoslavia y sufrió una cruenta guerra a inicios de la década de 1990, luego de la caída del comunismo en Europa del Este. Sin embargo, ahora trabaja por llevar adelante la reconciliación entre sus diferentes grupos étnicos y religiosos.
"En algunas parroquias solo quedan pocas familias o solo ancianos. Hoy se registra sobretodo el fenómeno de la emigración de jóvenes, causada por el paro, la falta de trabajo", señaló a Radio Vaticana el Secretario de Estado, Cardenal Parolin.