23 de junio de 2012 / 03:42 PM
Mercedes Cruz Quesada, supervisora del área de quirófano en un hospital de Mallorca (España), evitó que este centro médico se convierta en un abortorio al conseguir que todas las enfermeras de la sección se nieguen a participar en este crimen.
En entrevista con Religión en Libertad, Cruz Quesada reveló que hacer valer su fe valió para que el personal a su cargo la respaldara en su decisión de renunciar si las autoridades del hospital persistían en el intento de realizar abortos con el fin de obtener financiamiento del Gobierno Autonómico de Baleares.
La enfermera católica, integrante del histórico grupo católico español Unión Seglar, respondió ante la inquietud del gerente del centro médico por la adecuación del quirófano a la realización de abortos, que "con todos mis respetos no podía encargarme de esta tarea".