El Papa Francisco recibió este jueves las cartas credenciales de siete nuevos embajadores ante quienes abordó el tema de la paz, la cual –advirtió-, es obstaculizada por el tráfico de armas que, además de los conflictos, genera dramas como las migraciones forzosas que envuelven a miles de hombres y mujeres necesitados de la solidaridad internacional.
El fenómeno de la migración forzosa ''está estrechamente vinculado a los conflictos y las guerras, y por lo tanto también al problema de la proliferación de las armas... Son las heridas de un mundo que es el nuestro, en el que Dios nos ha puesto a vivir hoy y nos llama a ser responsables de nuestros hermanos y hermanas, para que ningún ser humano sea violado en su dignidad", expresó el Papa.
"Sería una contradicción absurda hablar de la paz, negociar la paz y, al mismo tiempo, promover o permitir el comercio de armas. También podríamos pensar que, de alguna manera, sería una actitud cínica proclamar los derechos humanos y, al mismo tiempo, ignorar o no hacerse cargo de hombres y mujeres que obligados a abandonar sus tierras mueren en el intento o no son acogidos por la solidaridad internacional", añadió.